jueves, 31 de marzo de 2011

CUENTAS DE SOMBRA




Los lechos negros logran la más fuerte
Rosa de amor; arraigan en la muerte.
Grandes lechos tendidos de tristeza,
Tallados a puñal y doselados
De insomnio; las abiertas
Cortinas dicen cabelleras muertas;
Buenas como cabezas
Hermanas son las hondas almohadas:
Plintos del Sueño y del Misterio gradas.

Si así en un lecho como flor de muerte,
Damos llorando, como un fruto fuerte
Maduro de pasión, en carnes y almas,
Serán especies desoladas, bellas,
Que besen el perfil de las estrellas
Pisando los cabellos de las palmas!

-Gloria al amor sombrío,
Como la Muerte pudre y ennoblece
¡Tú me lo des, Dios mío!

lunes, 28 de marzo de 2011

SOBRE UNA TUMBA CANDIDA



«Ha muerto…, ha muerto…», dicen tan claro
que no entiendo…

¡Verter licor tan suave en vaso tan tremendo!…
Tal vez fue un mal extraño tu mirar por divino,
tu alma por celeste, o tu perfil por fino…

Tal vez fueron tus brazos dos capullos de alas…
¡Eran cielo a tu paso los jardines, las salas,
y te asomaste al mundo dulce como una muerta!
Acaso tu ventana quedó una noche abierta.

-¡Oh, tentación de alas, una ventana abierta!-
¡Y te sedujo un ángel por la estrella más pura…
y tus alas abrieron, y cortaron la altura
en un tijeretazo de luz y de candor!

Y en la alcoba que tu alma tapizaba de armiño,
donde ardían los vasos de rosas de cariño,
la Soledad llamaba en silencio al Horror…

DELMIRA AGUSTINI

sábado, 26 de marzo de 2011

DELMIRA AGUSTINI



(Montevideo, 1886-1914) Destacada poetisa uruguaya adscrita al modernismo, que inauguró con su obra lírica la trayectoria de la poesía femenina del siglo XX en el continente sudamericano. Formó parte de la llamada "generación de 1900" a la que también pertenecieron J. Herrera y Reissig, L. Lugones y R. Darío, al que consideraba su maestro, y con el que mantuvo correspondencia tras conocerlo en 1912 en Montevideo.

Su obra se vincula a la vasta corriente modernista rioplatense, dominada mayoritariamente por hombres, y contó con la admiración de las principales figuras de la época como el propio R. Darío, M. de Unamuno y Manuel Ugarte. La tónica general de su poesía es erótica, con imágenes de honda belleza y originalidad. El mundo de sus poemas es sombrío y atormentado, con versos de una musicalidad excepcional. Su lirismo llega a profundidades metafísicas que contrastan con su juventud.

Perteneció a una familia acomodada, descendiente de alemanes, franceses y porteños. Todos ellos sobreprotegían su vocación poética, con la que escandalizó a la burguesa sociedad rioplatense. En su infancia realizó estudios de francés, música y pintura. Su vida y su personalidad están llenas de enigmas y contradicciones. En su corta vida tuvo una terrible peripecia sentimental que provocó su muerte trágica: su matrimonio con Enrique Reyes, la separación posterior y el asesinato a manos de su ex marido. Tras su desaparición nació un mito que desafía a ensayistas y biógrafos y sigue vigente en infinidad de versiones.
Desde temprana edad envió colaboraciones en prosa a la revista Alborada, que se publicaba por entonces en la capital de su país. En 1907 editó su primer poemario, El libro blanco, al que siguieron Cantos de la mañana (1910) y Los cálices vacíos (1913). Después de su muerte, en 1924, salieron a la luz las Obras completas (tomo 1, El rosario de Eros; tomo 2, Los astros del abismo) y en 1969 su Correspondencia íntima.

CUANTAS VECES, AMOR, TE AME SIN VERTE Y TAL VEZ SIN RECUERDO...



Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.

Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.

Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto

mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.

PABLO NERUDA

jueves, 24 de marzo de 2011

POEMAS DEL ROMANTICISMO.

Poemas del romanticismo:


Sturm und Drang es el grito de guerra del romanticismo, significa Tormenta e ímpetu, y fue creado por un grupo de escritores alemanes, quienes impulsaron una verdadera revolución literaria, cuyas bases podrían simplificarse en dos conceptos:
1) La Libertad del artista.
2) El único fin que debe perseguir el arte es la belleza.

En esta sección de nuestra biblioteca gótica, daremos cuenta de los mejores poemas del romanticismo. Al final del catálogo vertiremos algunas consideraciones frugales sobre este maravilloso período literario.

El romanticismo intentó, y en gran medida logró, despojar al arte de su mortaja moralizante y edificadora. Para los escritores románticos, los verdaderamente imbuidos en el período, la literatura sólo debía perseguir un fin estético.

El término "romanticismo" se acuñó en Inglaterra, durante el siglo XVII, y su sentido tendía a expresar algo "similar al romance", que no era otra cosa que las novelas de caballería, las cuales nunca fueron del agrado de los sabios.

Francia fue la que se resistió con mayor tenacidad a los avances del romanticismo. La libertad que proponía el movimiento chocó fuertemente con los clasicistas.

El romántico por excelencia es un ser libre, y profundamente pesimista. Casi toda la literatura romántica gira en torno a la supuesta incomprensión que los artistas sentían, la cual debe haber sido la misma más o menos en todas las épocas, pero que aquí estalló en múltiples formas y estilos. El escritor romántico valora el sentimiento por encima de la razón, es decir, lo voluptuoso por encima de la eficacia. Es así que la literatura romántica suele despacharse con enormes y voluminosos corpus, hijos de esa misma tendencia barroca.

Otras cuestiones asociadas al romanticismo son el tópico sobrenatural y la asociación entre el amor y la muerte. Sobre lo sobrenatural no hay mucho para agregar, ya que los fantasmas de este período son conocidos por todos, pero sobre la muerte y el amor existen algunos ejemplos notables de los refinamientos que este tópico alcanzó. En lo personal, considero que su mejor ejemplo es el Werther, de Goethe.

Para finalizar, nos serviremos de la maravillosa eficacia de Emilia Bazán, quien sintetizó la esencia del romanticismo en unas pocas líneas:

El Romanticismo representa tres direcciones dominantes: el individualismo, el renacimiento religioso y sentimental después de la revolución, y el influjo de la contemplación de la naturaleza.


Los laberintos de la literatura gótica no sólo recorren los desolados páramos del espíritu. En ocasiones, sus letras nos regalan verdaderos tesoros de dulzura y pasión; como pequeñas y trémulas flores que brotan en medio de un paisaje agreste, irremediablemente yermo.
Es por esta razón que los poemas góticos de amor merecen su propio espacio dentro de nuestro Espejo; precisamente por ser ajenos a todas las convenciones literarias, y por intentar reflejar que no sólo la esperanza y la felicidad son sinónimos del amor.
En esta sección de nuestra biblioteca gótica, intentaremos crear un humilde jardín dedicado al romance; un espacio para saborear aquellos poemas que desgarraron los corazones de nuestros escritores preferidos; que atormentaron sus noches con las angustiantes visiones de labios y caricias esquivas, cubriendo sus sueños con el manto gris de la desdicha.
Aquellos que han amado, han sufrido; y los que no teman sufrir, seguirán amando. Por lo pronto, nuestro pequeño Espejo Gótico los invita a que descubran el reflejo de sus penas, en las letras de algunos grandes e inolvidables enamorados.

MAGO DE OZ -EL POEMA DE LA LLUVIA TRISTE